Las redes sociales hacen que cada día despertemos con imágenes diferentes, muchas de ellas inspiradores y otras tantas cómplices de las nuevas obsesiones del mundo de la moda. Tom Ford acaba de lanzar su nueva campaña, la que nos enseña la colección de otoño-invierno 2019 y hay que reconocer que es absolutamente maravillosa. Fotografiada por Steven Klein y con estilismos de la estilosísima Carine Roitfeld, todo un icono del sector.
El glamour brota de las imágenes de la campaña tomadas en lo que parece ser una sala de estar. Este ambiente hogareño se yuxtapone con la apariencia lujosa y la ropa diseñada por Carine Roitfeld. El propósito de una casa como una reunión de looks de los modelos crea una nostalgia de «cena» acogedora y familiar para el consumidor, ya que ellos mismos pueden imaginar sus propias reuniones estilo Tom Ford.
La combinación del color morado, con el fucsia y el buganvilla nos ha enamorado, es complicada, pero a la vez muy llamativa y encaja a la perfección. Estamos seguros que lo vamos a ver en muchas cadenas de tiendas económicas, así como el terciopelo. Vuelve a ser uno de los tejidos del otoño-invierno y es que parece que se repetirá año tras año sin discusión.
El tema fue escrito en el Instagram de Ford cuando el modelo Anok Yai es «presentado» a sus compañeros talentos en la campaña. Este puente de personas es un elemento clave en lo que hace la moda: inspirar, exhibir y conectarse. Lo que sin duda juega en el nuevo papel de Ford como líder de la CFDA.
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