Mantener una alimentación saludable es importante, ya sea para mejorar el estado físico, los hábitos diarios o crear una sensación de bienestar general. Sin embargo, hoy en día existe tanta información disponible sobre nutrición en internet y redes sociales que se hace cada vez más complicado saber en qué creer. Por eso, Sylvia Rodríguez, Nutricionista en Healthy Pleasure Blog, confirma a continuación los mitos y verdades de los consejos nutricionales más frecuentes en la red.
1. Existen alimentos que, gracias a sus propiedades, ayudan a perder peso.
FALSO: Ningún alimento ayuda a perder peso. Para perder peso de forma saludable es necesario generar un déficit calórico a través de un plan alimenticio balanceado diseñado por un profesional y realizar ejercicio con frecuencia.
2. El consumo de carnes y alimentos de origen animal es necesario para mantener una buena salud.
FALSO: La alimentación basada en plantas puede ser perfectamente saludable si se inicia bajo la asesoría de un profesional que ayude a reemplazar los alimentos de origen animal por fuentes vegetales de cada nutriente.
3. Consumir carbohidratos es saludable.
VERDAD: El consumo de carbohidratos no solo es saludable, sino también necesario, ya que son la principal fuente de energía del organismo y participan en la mayoría de procesos fisiológicos.
4. La fruta debe consumirse antes de cada comida.
FALSO: Siempre es buen momento para consumir frutas. Una fruta aporta el mismo valor energético antes o después de las comidas. Si se
consume antes produce saciedad, ya que contiene fibra. El orden en que se ingieren los alimentos no influye en su aporte calórico.
5. Los alimentos integrales son más saludables que los refinados.
VERDAD: Los cereales integrales contienen la cáscara del grano, lo que aporta fibra y otros nutrientes como vitaminas y minerales.
Cuando el cereal es refinado o “blanco” pierde estos nutrientes. Esto no significa que no sea sano o que ayude a ganar peso, pero sí tiene una menor cantidad de propiedades beneficiosas para el organismo.
Las herramientas digitales y las redes sociales ayudan a difundir la importancia de mantener una alimentación saludable y ponen muchos datos a nuestro alcance, sin embargo, es necesario estar atentos y asesorarse con un profesional para aprender a discernir entre lo que es real y los mitos que abundan en estas plataformas. Así evitaremos cometer errores que puedan poner en riesgo nuestra salud.