Desigual sigue sorprendiendo con sus icónicas colaboraciones. Tras el éxito de cápsulas, como la diseñada con María Escoté o con el diseñador colombiano Esteban Cortázar, la firma presenta su más reciente trabajo junto a Monsieur Christian Lacroix.
Si bien la primavera pasada, la marca y el diseñador francés celebraban su décimo aniversario de relación creativa, la última entrega de Desigual x Lacroix marcaría el inicio de una nueva era para el gigante español. Otros tiempos en los que la imaginación es la energía que mueve el mundo y el color se convierte en el emblema de autenticidad e irreverencia que se porta con orgullo.
Lacroix se refugia en el surrealismo de los pintores fauvistas y cubistas franceses para inspirar estampados florales de aspecto naif y en antiguos grabados botánicos con orquídeas, amapolas y rosas con ojos y labios. Esta es una colaboración en la que el estilo étnico es el rey y donde todo se mezcla en una propuesta muy Monsieur Christian Lacroix.
¿Cuál es la novedad en esta temporada? Desigual y el diseñador redefinen sus códigos y logran que cada una de sus prendas hable acerca de la nueva comodidad. La amalgama entre el estilo Desigual y el sello personal de sofisticación indiscutible de Lacroix, dan como resultado una colección cápsula con prendas versátiles, cargadas de personalidad, que se trabajan en colores cálidos y llenos de luz.
Destacan tanto los conjuntos cropped top y las faldas femeninas, como la tendencia patchwork, con motivos de cashemere vintage combinados entre sí y un tapiz del siglo XIX lleno de pequeños bordados, propiedad del diseñador. Nada parece detener a este dúo inseparable, que sigue sorprendiendo al mundo con su picardía y complicidad.