La comunidad de la moda y la alta sociedad lamenta profundamente la partida de uno de sus pilares más discretos pero esenciales: Reinaldo Herrera Guevara, quien falleció el 18 de marzo a los 91 años en su hogar de Manhattan, Nueva York. Su muerte ha dejado un vacío irremplazable, no solo en la vida de su esposa, la famosa diseñadora Carolina Herrera, sino también en el entorno social y cultural que ambos compartieron a lo largo de su vida.
A pocas horas del anuncio de su deceso, la marca Carolina Herrera emitió un emotivo comunicado a través de su perfil oficial de Instagram. El mensaje comenzaba con un profundo pesar: «Con inmensa tristeza, compartimos la noticia del fallecimiento de Reinaldo Herrera Guevara». Resaltaron su sensibilidad cultural, elegancia innata y su carisma, así como su amor y dedicación hacia su familia. “Reinaldo Herrera Guevara será recordado con gran cariño y añorado por todos en Carolina Herrera y en Puig”, añadió la publicación, que estaba acompañada por una foto en blanco y negro, capturada en uno de esos momentos de complicidad que reflejan el profundo amor y respeto que compartieron durante más de 56 años de matrimonio.
Una historia de amor y éxito compartido
La historia de amor entre Carolina y Reinaldo comenzó en 1968, cuando la diseñadora, en ese entonces publicista en Pucci, conoció a este hombre de elegancia natural y sofisticación inherente. Solo un año después, se casaron en 1969, y ella adoptó el apellido de su esposo, Herrera, con el que no solo consolidaría su carrera internacional, sino que también se integraría a los círculos más exclusivos de la sociedad estadounidense. Juntos tuvieron dos hijas, Carolina Adriana y Patricia Cristina, quienes continuaron el legado familiar en distintos ámbitos.
La relación fue siempre una de admiración mutua y respeto. Reinaldo, con su astucia y su red de contactos, introdujo a Carolina en el mundo social y cultural más elevado de Estados Unidos, presentándola a figuras como Jackie Kennedy y Andy Warhol, quienes admiraban el talento y la presencia de la diseñadora. Además, Reinaldo fue fundamental en la construcción del emporio de Carolina en Nueva York, mudándose juntos en 1980 a la Gran Manzana, donde la pareja se convirtió en uno de los referentes más respetados del jet set neoyorquino.
El aristócrata no solo brilló en el ámbito social y cultural, sino que también ostentaba un título nobiliario. Hijo de Reinaldo Herrera Uslar, marqués de la Torre Casa, y de Mimí Herrera Uslar, escritora y miembro de la élite venezolana, Reinaldo heredó un legado de distinción y cultura que no solo le permitió moverse con gracia entre las altas esferas, sino que también le dio la posibilidad de jugar un papel crucial en la vida profesional de Carolina. Su apoyo fue decisivo en el salto de la diseñadora a la gran ciudad, así como en la consolidación de su marca a nivel internacional.
Luto en el círculo cercano
El luto no solo se ha sentido en la familia Herrera, sino también en el mundo de la moda. Titina Penzini, amiga cercana y editora de moda, fue una de las primeras en expresar sus condolencias. En su cuenta de Instagram, compartió una foto junto a Carolina y Reinaldo, escribiendo: «Siempre serás recordado con mucho respeto y cariño, Reinaldo. Mis sinceras condolencias a mi querida Carolina, Mercedes, Ana Luisa, Carolina, Patricia y toda la familia. #qepd #rip #reinaldoherreraguevara».
El fallecimiento de Reinaldo Herrera Guevara marca el fin de una era para Carolina Herrera y para la alta sociedad neoyorquina, pero su legado perdurará a través de la influencia que tuvo en la vida de la diseñadora y en su papel como un hombre excepcionalmente elegante y lleno de carisma. Su amor por Carolina, su familia y su apoyo a su carrera permanecerán como un testamento de una vida bien vivida y de un amor inmenso que resistió las pruebas del tiempo.