Chanel Altura Costura 2020: oda a Aubazine

Durante mi infancia sólo ansié ser amada. Todos los días pensaba en cómo quitarme la vida, aunque, en el fondo, ya estaba muerta. Sólo el orgullo me salvó” – Coco Chanel

Por: Carla Atencio / @thesoloprojectlima

Durante un siglo, Chanel ha sido sinónimo de elegancia, de modernidad e innovación. Una marca que rompió con los estereotipos gracias a Gabrielle Chanel, la visionaria que liberó a las mujeres de los insoportables corsés para entregarles una nueva forma de entender la moda. Gabrielle fue una mujer valiente que se sobrepuso a una dura infancia.

Chanel tenía doce años cuando falleció su madre, lo que motivó a su padre a dejar a sus dos hijos varones con otra acogida y a abandonar a sus tres hijas en la abadía de Aubazine. Acogida por la caridad, Coco vivió una niñez solitaria.

Años más tarde, ella diría que la moda también era arquitectura. Y la que Coco conocía mejor que ninguna otra era la de este hogar convento con estructura de granito, piedra caliza color arena, líneas limpias e imponente blancura.

Quien reconoció la importancia de esta etapa de su vida fue la biógrafa Edmonde Chakez-Roux. Según su trabajo, cuando Chanel tenía nostalgia empezaba a sentir un profundo anhelo de austeridad, de trajes simples y de sus colores base: blanco y negro. La estética de Auzabine y la simpleza de los hábitos que llevaban las monjas calaron profundamente en su visión. Así, terminó por vestir a las mujeres más distinguidas con atuendos que secretamente (según algunos libros especializados de este tema) las convertían en otras niñas huérfanas como ella. Chanel era una mujer compleja, sin duda.

Por todo esto, no sorprende que Virginie Viard, quien hoy dirige la maison, haya decidido recoger esta etapa de la vida de Coco en su nueva colección primavera verano de Alta Costura. En el Grand Palais de Paris, desfilaron las jóvenes ataviadas con trajes simples, maquillaje discreto y wet hair.

Los 62 looks son una oda al blanco y negro. Tweed, tul, faldas midi, siluetas fluidas, imponentes cuellos, calcetines blancos, mocasines negros y pedrería destacan en esta colección. Y si bien he leído que los outfits evocan a los delicados trajes de las bailarinas de ballet, yo diría que no veo nada de eso. En lo personal, no me ha gustado esta colección. (En particular, el vestido de novia fue lo que más detesté).

Chanel representa siempre algo de romance. Y pese a las limitaciones que yo siento en la colección, esto se transmite. Ojalá que este tipo de referencias tan claras a la vida de Coco permitan a las nuevas generaciones conocer más de su historia.