El amor es la fuerza más poderosa en el universo. A través de la historia, es el poder invisible que va escribiendo el libro de la vida. Y en cada historia de amor, hay mucho de romanticismo. La reciente boda de Antuanette Zuloeta y Marco Antonio Arrunátegui Zevallos es la culminación de un romance de ensueño y viene a confirmar el viejo adagio: “Lo que Dios une que no lo separe el hombre”.
Él es un destacado economista y empresario peruano. Ella, talentosa abogada civil. Su historia de amor nació en medio del trajín del trabajo: ambos se conocieron en la sede del Colegio de Abogados, donde él es directivo.
En medio de las jornadas laborales, Cupido lanzó el flechazo inevitable, y sus miradas coincidieron en un solo ideal: amor por siempre, como la metáfora de un poema hecho de sentimiento, devoción e ideal.
La ceremonia nupcial fue otro sueño hecho realidad en el corazón de la Laguna de La Planicie frente a su casa, donde se dieron cita más de trescientas personas, entre familiares, amigos y colegas, y donde no faltaron políticos, periodistas, empresarios.
Tras el brindis de honor con el clásico Moet Chandon, recibieron abrazos y bendiciones de sus seres queridos. El baile, como un cuento de hadas de ensueño, fue la antesala hacia la luna de miel en París, donde renovaron sus promesas eternas. Que el amor sea para siempre.
